Este mes de agosto para quitarnos del calor del verano nos hemos ido a nuestro querido Hospital de Dschang entre los días 16 y 24 del mes a disfrutar de su estación húmeda con sus temperaturas suaves. En esta ocasión viajamos como traumatólogos el que les habla Gustavo Garcia-Herrera orgullosamente acompañado de su hija Carolina Garcia-Herrera que repetía con sus compañeros el Dr. Alberto Ruiz Toro y la Dra. Julia Escudero ademas del veterano en campañas el Dr.Jesus Ferrer. Como anestesiología repetía la Drª. Beatriz Fort y la única novata y no por ello experimentada la enfermera instrumentista Celia Cantero
Salió desde Madrid el grueso de la expedición encontrándonos en Casablanca menos nuestra compañera de anestesia que una vez más Air Marroc hizo de las suyas y tuvo que pasar la noche allí por perder la conexión. Hay que decir que en esta expedición las maletas llegaron todas a tiempo y sin sobresaltos.
En el aeropuerto nos esperaba Fabian con un vehículo nuevo y mas espacioso por lo que el viaje transcurrió sin sobresaltos. Ademas el paso de la antigua carretera a Dschang que ha estado cortado por las lluvias del pasado año (La Failase) ya permite ser usado con lo que el trayecto se ha acortado dos o tres horas.
A pesar de los retrasos que en ocasiones nos hace pasar Air Marroc la hora de llegada es mejor pues no se pierde tiempo en emprender el viaje de ida a Dschang. La primera parada fue en la cafetería de la gasolinera de salida de Douala para desayunar en la que el cafe y la repostería nos saben a gloria, ademas el personal cada vez habla mas español y nos atiende con cariño y amabilidad. Como es costumbre paramos en el mercado de camino al hospital para surtirnos de piñas y aguacates
Por fin llegamos al centro donde nos esperaban Sor Pilar y Sor Teodora para darnos la bienvenida y tras instalarnos y refrescarnos, pasamos por la zona de ingresos para tomar contacto con los pacientes y así ver parte del trabajo que íbamos a desarrollar durante la semana.
En el comité de bienvenida no faltaron los niños de las casas cercanas que acudieron con sus sonrisas a por sus caramelos y regalos.
Las salas estaban bastante concurridas pues la semana anterior había sido bastante dura de trabajo y pudimos ver los resultados de cirugías complejas que gracias al equipo local se lleva a cabo. Había algunos pacientes pendientes de solución quirúrgica que en ocasiones se ve dificultada por la escasez de recursos económicos de los pacientes y el alto coste económico que supone así como por la preferencia de ser tratados por medios tradicionales en el pais como son los masajes.
Nos encontramos dos casos de rodillas flotantes que pudimos resolver y casos de retardo de consolidación e infecciones de intervenciones previas. Igualmente las osteomielitis hematógenas y las sécales de la diabetes ocupa gran parte de la actividad de consultas de sala de curas y de las sesiones quirúrgicas.
Gracias al trabajo realizado durante estos años ya se puede contar con unas instalaciones y un personal cualificado que mantiene el trabajo de manera autónoma con una calidad de resultados digna de admiración.
El Dr. Lionel Nges se ha incorporado tras su estancia en Inglaterra y es un placer trabajar a su lado , al igual que poder contar con Etien y con Zita, enfermeros anestesistas, con Amos, Gilda, Bernard y James, al igual que el personal de planta y de la sala de curas.
A partir del lunes y tras la oración de bienvenida al inicio de la jornada en la que nos fuimos presentando todos los componentes de la expedición, las tareas asignadas se fueron distribuyendo entre la consulta, las dos salas de Curas y los dos quirófanos, que además se han mantenido activos todos los días de la semana en turnos de mañana y tarde con cirugías complejas en ambos. Esto nos ha permitido por ejemplo abordar principalmente enclavados de fémures y tibias y también casos de luxaciones inveteradas de hombro y de tobillo.
Hemos intervenido el total 29 pacientes programados, no siendo necesario llevar a cabo ninguna intervención de urgencias. Los casos más complejos se fueron discutiendo al final de la jornada de trabajo para encontrar la manera más adecuada de abordarlos a nuestro medio y al entorno.
Como en expediciones anteriores, las complicaciones de cirugías previas en otros centros, la demora de los tratamientos por el empleo de la medicina tradicional (masajes) mencionada antes, y la elevada tasa de infecciones tanto hematógenas como secundarias a diabetes mal controlada o sin tratamiento, han ocupado gran parte de nuestro trabajo.
Los accidentes de tráfico, o de moto en su casi totalidad, como mecanismo de producción nos da una idea de la alta complejidad de los pacientes que han ocupado nuestra labor diaria, labor que hemos llevado a cabo mano a mano con el equipo local, al que vemos en cada expedición tener una mayor autonomía, experiencia técnica y profesionalidad. Hemos echado de menos al Dr. Yannick que se ha marchado a Francia para hacer su especialización, confiemos en que vuelva. Si hemos podido compartir cirugías y consultas con los doctores Emmanuel y Ármel viendo como van aumentando su experiencia.
La consulta que ha sido igualmente intensa. Gracias al Dr. Lionel Nges que con su coordinación y experiencia se han ido resolviendo sin dificultad. Cada dia se iban discutiendo las estrategias para las jornadas siguientes y distribuyendo el trabajo.
El miércoles como es habitual hicimos un hueco para bajar al pueblo y visitar como es costumbre el mercado de las telas y los distintos comercios para acabar compartiendo cena y risas con los que se quisieron incorporar de la plantilla.
Tampoco nos han faltado momentos de risas y de complicidad entre los miembros de la expedición pudiendo disfrutar del trabajo y del día a día con camaradería y mucha alegría.
Aun así no nos han faltado ganas para empezar el día con una caminata por los alrededores, pues tanto el paisaje como el tiempo local se han prestado a disfrutar de unos amaneceres espectaculares.
El dia antes de nuestra partida se incorporo un nuevo integrante al equipo que promete aliviar la carga de trabajo de la plantilla local.
Hace ya 10 años que COEM empezó su trabajo en la ciudad de Dschang al norte de Camerun y estos viajes nos han permitido enriquecernos a nosotros y lo que es mas importante que es plantar una semilla para que sean autónomos y autosuficientes.
Desde aquí quisiera dar las gracias por al Dr. Tomás Epeldegui con el que tuve el inmenso placer de rotar por el entonces su servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital el Niño Jesus de Madrid y que por ello pensó en mi para sumarme al proyecto. Gracias igualmente una vez mas a los trabajadores del Hospital de Notre Damme de La Santé y a la comunidad religiosa que lo sustenta.
Como no para terminar agradecer a mis compañeros de expedición por su entrega, su pasión en hacer las cosas y por su alegría. Ha sido un placer compartir esta semana con ellos.
No os quepa duda de que volveremos.
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