En esta ocasión hemos viajado los doctores Jesús Ferrer, Alberto Masegosa, Paloma Aragonés e Ignacio Usoz (traumatólogos), la Dra. María Pérez (anestesista), Francisco Ferrer (Microbiólogo), Beatriz Moral (fisioterapeuta), María Teresa Peláez (instrumentista) y Oscar Santos (técnico de rayos).
Comenzamos la andadura con una mala noticia, la ausencia del alma mater de acoem, el Dr.Epeldegui. Por problemas de salud no pudo acompañarnos, pero afotunadamente éstos ya se están solucionando. Esta baja presencial se vió compensada en todo momento por su cercanía permanente vía móvil, con todo el grupo.
Tras un largo viaje llegamos a la casa de los voluntarios; nos recibió una tarde gris que no nos impidió dar un paseo y estirar un poco las piernas.
El lunes comenzamos la actividad, junto con el personal local (Leo, Anthonie, Amos, Marie Diane y demás personal del hospital). Las consultas, curas e intervenciones fueron tan numerosas cómo las que se reportan en expediciones anteriores. Lamentamos en esta ocasión tener que demorar algún paciente pediátrico hasta septiembre, mes en el que esperamos que el Dr. Epeldegui vuelva a incorporarse.
Destacamos entre otras intervenciones: 2 politraumatizados, una pseudoartrisis de diáfisis femoral con rotura de material de síntetis, una fractura conminuta de fémur, varias pandiafisitis y una reartrodesis de tobillo. Así mismo la sala de yesos no paró ni un momento de realizar curas, reducciones e incluso se colocó una tracción transesquelética.
Vivimos un momento de gran tensión durante la cirugía de pseudoartrosis de fémur en la que la paciente sufrió un shock hipovolémico, que gracias a la pericia de la Dra. Pérez y a la donación de sangre en el momento por parte de los familiares, salió adelante.
El gimnasio se llenó de pacientes en jornadas de mañana y tarde con la risueña Beatriz.
Tuvimos problemas con el arco de Rayos X del quirófano que se esta resintiendo de su edad, que pudieron ser en parte reparados por Óscar y esto nos permitió poder continuar con el trabajo de quirófano. Definitivamente nos vemos abocados a comprar un nuevo aparato de rayos, sin el cual no podemos realizar muchas de nuestras cirugías.
Paco Ferrer continuó el desarrollo del laboratorio, tan necesario en este medio. Nos beneficiamos de los protocolos creados por los microbiólogos y que encontramos en la consulta de forma fácilmente visible.
Destacamos también la labor de Beatriz, Paco y Óscar, que además de su gran carga de trabajo diario, nos surtieron de refrigerios, aguacates y alegría todas las noches.
Tuvimos un rato de ocio en la tarde del miércoles en la que bajamos al mercado local de Dschang y quisimos mimetizarnos con la moda local
El día de la despedida, Sor Ángela nos despertó cantándonos el “pobre de mi” con pañuelo rojo y cabrito incluidos.
Nos marchamos cansados de una semana de duro trabajo pero felices por la experiencia y por todo lo que se pudo sacar adelante.
Regresamos vía Casablanca con 3 maletas extraviadas en el camino que fueron devueltas sin incidencias a los pocos días.
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