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Ya estamos de vuelta la primera expedición de COEM, al hospital de Ebome-Kribi en Camerún . La expedición ha tenido lugar del 13 al 21 de mayo y ha estado compuesta por Carmen Bordoy (enfermera instrumentista), Paloma Aragonés (traumatóloga) y Daniel Jiménez (traumatólogo).
El objetivo de esta primera campaña era ver in situ la operativa y la viabilidad de poder desarrollar futuras expediciones más regulares a este hospital y de por tanto, ayudar a desarrollar un servicio de traumatología de la mayor calidad posible haciendo que el personal local pueda tener la formación adecuada para llegado el momento poder desarrollar la actividad de forma bastante independiente.
Durante nuestra estancia hemos conocido a todo el personal local, desde gerencia y administración a médicos y enfermeras locales, técnicos de rayos y responsables de mantenimiento.
Hemos visto todos los espacios de los que dispone el hospital de cara a plantear posibles restructuraciones de los mismos para poder albergar consulta, almacén y quirófano de traumatología.
Se ha conseguido arrancar un aparato de rayos portátil para quirófano, algo esencial para desarrollar nuestra actividad quirúrgica.
Hemos recuperado todo el material útil para traumatología que estaba almacenado desde hace mucho tiempo, en distintas cajas y lugares del hospital. Lo hemos separado, desechando lo roto o lo obsoleto, y empaquetando todo lo que pudiese resultar útil haciendo un inventario del mismo.
Nos hemos dado de alta en el sistema de historias clínicas informatizadas del hospital y hemos podido atender a los primeros pacientes de traumatología, un total de 6.
Se ha hecho un taller de yesos e inmovilización con el personal local.
Y finalmente hemos podido realizar la primera cirugía la mañana del día de vuelta.
Ha habido tiempo también para conocer distintos sitios de la zona, preciosas playas donde comer pescado fresco a la brasa o las impresionantes Chutes de la Lobé.
Creo que ha sido una primera toma de contacto satisfactoria y aunque queda muchísimo trabajo y mucho esfuerzo por delante, se ha puesto la primera piedra para poder ir avanzando en expediciones futuras.
Solo quiero terminar dando las gracias a mis compañeras de expedición por lanzarse con los ojos cerrados a esta nueva aventura en la que no sabíamos lo que nos encontraríamos, gracias por su trabajo, su buena disposición siempre y su buen rollo. Gracias a Ambala por haber confiado en COEM y por las facilidades que nos han dado. Y gracias a COEM por la confianza y las ganas de seguir creciendo y seguir intentando hacer de rincones del mundo más desafortunados un lugar más justo y mejor.
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