El trabajo abrumador con fracturas complicadísimas que ya nos esperaban (fractura trifocal de tibia, varias fracturas de humero y de caderas) a lo que tuvimos que añadir las correspondientes pseudoartrosis y las graves infecciones que nunca nos dejan en cada viaje.
Pudimos hacer otra prótesis de cadera y estrenar el artroscopio que nos donó el Dr. Ferrer gracias a la ayuda de Stryker.
En total hicimos 28 intervenciones, la consulta sigue creciendo y el cuarto de curas y yesos no tuvo descanso.
La central fotovoltaica está muy activa. Ayuda mucho pero tenemos la impresión de que tendremos que ampliarla.
Esta vez no hubo fiestas pero bajamos al pueblo a las compras habituales y tomar una cerveza.
La vuelta fue cómoda y pudimos comprar frutas y disfrutar de la inaguantable entrada en Duala que sigue con las obras del puente.
Volveremos en noviembre